Este angelito de cuatro patas es Íker: andaba vagabundo por Torrijos (Toledo) después de haber sido abandonado a su suerte. Estaba muy débil pero, sobre todo, necesitaba una mínima atención. Una persona se está encargando de darle de comer y beber pero lo que necesita es un hogar definitivo o una casa de acogida donde lo cuiden hasta que encuentre su lugar. Es súper cariñoso, no tiene nada de miedo de la gente, de hecho es muy simpático, y se acerca a todo el mundo. Además, es muy tranquilo, y parece que haya sido educado (sabe sentarse y esas cositas). Lleva en la calle alrededor de veinte días; no tiene chip; pero está bien de salud. En caso de que alguien quiera ayudarle, acogiéndolo o adoptándolo, se le ayudaría todo lo posible y se le llevaría a cualquier lugar, donde lo vayan a querer como merece. Quien lo acoja o adopte no se arrepentirá, tiene un carácter estupendo y se hace querer muchísimo. Podría convivir perfectamente en un piso. Es muy urgente: en la calle hace mucho frío; necesita un hogar ya. Los interesados pueden ponerse en contacto con: busco1hogar@gmail.com
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