Señor Quim Sarriá y señores de elpueblodeceuta.es, estupefacto, atónito y sumamente perplejo me he quedado al leer la columna de opinión “la importancia de los galgos” http://www.elpueblodeceuta.es/200903268115.html
Como es posible que un periodista, o columnista, o lo que sea el señor Sarriá, sea capaz de verter en un medio escrito y público tal cantidad de desprecio hacia los animales, haciendo además gala de una ignorancia supina sobre países como Suiza, del que pretende ser buen conocedor.
De verdad que su artículo de opinión no tiene desperdicio; casi podría escribirse un libro para contestarle. Supongo que el motor que le ha movido a escribir semejante bodrio ha sido una cierta dosis de antipatía hacia la persona de la baronesa, eso si, incrementado por un cerval sentimiento de rechazo respecto a sus declaraciones en cuanto al retraso de nuestro país en lo que al trato para con los animales se refiere.
Pero de verdad que queriendo dejar en ridículo a la baronesa y sus afirmaciones, se le ha ido a usted la mano. Ha querido ser gracioso y la gracia se ha tornado desgracia. Y es que, hablando de animales, por la boca muere el pez, y usted ha quedado bien retratado. Y permítame simplemente algunas pinceladas de lo que me sugiere su escrito.
Se vanagloria de que ha tenido como animales domésticos unos cuantos (cree que cinco) pastores alemanes con pedigrí. Supongo que lo del pedigrí debe ser muy importante para cuantos ven en el perro una especie de inversión, negocio, u objeto para exponer. Para cuantos amamos a los perros nos da igual si son de pura raza o “mil leches”, solo buscamos su compañía, su innata fidelidad, y ese agradecimiento eterno que jamás podremos pagar. Por cierto, yo puedo acordarme de todos los perros y gatos que han pasado por mi casa, de sus nombres y de cómo eran. ¿Cuestión de memoria?, no, simplemente se trata de que todos cuantos viven en casa forman parte de la familia, y aquellos que ya murieron siguen y seguirán en la memoria, porqué al fin y al cabo nos dieron lo mejor de si mismos.
No entraré a valorar si los galgos son bonitos o feos, ciertamente es algo personal y además seguro que no coincidimos. Pero si me gustaría dejarle claro que junto a otros muchos desdichados forman parte del triste club de perros usados (y nunca mejor dicho) por los cazadores. Si, usados y tirados, usados y maltratados, usados y asesinados, ahorcados, quemados. ¿Y a usted le extraña que alguien tache de bestias sin vergüenza a los autores de tales atrocidades?. Mire, yo no se lo que verdaderamente siente la baronesa, pero en cualquier caso se necesitan muchas voces para denunciar lo que pasa en nuestro país. Así pues no puedo más que sentir agradecimiento hacia todo aquel que lo denuncie públicamente.
Por favor no caiga en los tópicos fáciles, si es que se dedica a escribir artículos de opinión, y estrújese un poco más la sesera. ¿Usted cree que alguien criticaría a Vicente Ferrer por preocuparse de los niños y niñas de una región de la India y no hacerlo por los más próximos?. Cada cual en esta vida elige sus causas, y es que por desgracia hay tantas para elegir. Unos ayudan niños que mueren de hambre en el tercer mundo, otros niños enfermos en hospitales del primero, otros apartan niñas de la prostitución, otros procuran paliar la pobreza y el hambre en su propio país. Hay médicos sin fronteras, payasos sin fronteras, bomberos sin fronteras, y también hay quién se preocupa por los animales. Se me olvidaba, también hay quien no tiene causa alguna, pero se permite el lujo de criticar las que le viene en gana.
Permita usted que cada cual “desperdicie” su tiempo y dinero en aquello que crea más conveniente, siempre que no haga daño a nadie.
Para su tranquilidad le diré que muchos de los que se preocupan por los animales también suelen aportar fondos para causas relacionadas con la pobreza y el sufrimiento de los seres humanos. Es infinitamente más fácil que un maltratador de animales sea también violento con sus congéneres, que encontrar un verdadero amante de los animales que sea ajeno al sufrimiento de las personas.
Afortunadamente de su escrito parece desprenderse que su hijo pequeño no va a seguir sus pasos. Desde una corta edad jugaba con su gato y si ve un galgo parece seguro que se lo va a pedir en adopción. Estamos de suerte. La raza humana parece que tiende a mejorar.
Me voy a permitir aconsejarle que si quiere arremeter contra la baronesa, lo haga sin mostrar ese menosprecio, tristemente tan arraigado en algunos sectores nuestro país, hacia los animales. La baronesa seguro que pasa de usted olímpicamente, de hecho no merece otra cosa. Pero cuantos luchamos, como podemos, para erradicar de España el maltrato hacia los animales no perdonamos fácilmente escritos como el suyo. Y no se trata de beligerancia gratuita, es una cuestión de cansancio. Cansancio producido por la incomprensión de una parte de nuestra sociedad que todavía no entiende que los animales también merecen tener unos derechos, un trato digno, una vida y una muerte dignas.
No pretendo que comparta mis inquietudes aunque si me gustaría que las respetase. Tampoco tengo muy claro que vaya usted a entender todo cuanto he escrito, aunque yo tenía que intentarlo.
Respecto a los directivos de elpueblodeceuta.es simplemente decirles que, aunque imagino que como es habitual el periódico no se responsabiliza de las opiniones vertidas por los colaboradores, creo que columnas de opinión como la del Sr. Quim Sarriá hacen un flaco favor al periódico que dirigen y a la ciudad que representan. Ustedes sabrán.
Carles Marco
Regidor PSC
Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona)admin@stcebria.info
sábado, 28 de marzo de 2009
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