




A Ángel intentaron ahorcarle y, tras conseguir escapar de una muerte lenta y cruel, deambuló por las calles del municipio vecino de Benicarló con un alambre en el cuello que, día a día, le iba estrangulando poco a poco. La gente de la protectora fue alertada de las condiciones lamentables en las que se encontraba Ángel después de permanecer unos días agonizando ante la mirada de muchas personas, con la cabeza totalmente hinchada a causa de la presión del alambre en su cuello sin que estas, según explican desde la protectora, "movieran ni un dedo por salvarle". Lo encontraron sin fuerzas. ¿Hay derecho a esto? ¿Qué clase de personas hay en este mundo? Desde El Cau cuestionan la utilización del concepto "animal". Una auténtica salvajada Y es que hay personas que merecen llamarse, directamente, "salvajes". En la protectora piensan, a menudo, que si los animales pudieran hablar y contar las barbaridades que sufren, "sentiríamos vergüenza de pertenecer a la raza que consideramos humana". "Aunque no resulta agradable ver las fotos esta es la realidad a la que nos enfrentamos y no podemos cerrar los ojos e ignorar lo que sucede. Tenemos que unir fuerzas e intentar que las cosas cambien. Hay que inculcar el respeto a los animales, algo que no es fácil", apuntan. En la protectora se preguntan para qué existen las leyes si no se cumplen. "¿Dónde están las sanciones, las penas de cárcel y los castigos contra los maltratadores de animales? ¿No hay ningún juez que tenga perro? No lo creemos", manifiestan. Así, este perro al que han llamado Ángel --por lo increíble de su supervivencia--, vivirá el resto de su vida en "un colchón de plumas, cuidado y mimado como se merece". Los veterinarios que le practicaron los primeros cuidados están intentado que Ángel tome confianza y se normalice. La tarea no será fácil. Seguro que no.Este es el numero de cuenta: 3174 5899 98 0219064711. http://www.protectoraelcau.org/
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